lunes, 17 de julio de 2017

PASOS DE FUNKY EN JAZZ SAN JAVIER.



El grupo catalán Funkystep & The Sey Sisters llenó la Plaza de España de la villa, haciendo bailar a todos con su música y animación en el primero de los cuatro conciertos que se celebran fuera del recinto habitual.


Aspecto que ofrecía la Plaza de España de San Javier, durante el concierto del grupo Funkystep & The Seys Sisters.


Los conciertos que Jazz San Javier programa fuera de su sede habitual –el auditorio del Parque Almansa- son un aliciente más de esta cita anual y muy esperados por la población en general. La prueba fue el llenazo que registró el pasado miércoles 12 de Julio, la Plaza de España de la localidad marmenorense, con el primero de esta XX edición de Jazz San Javier a cargo del grupo catalán Funkystep & The Sey Sisters. Nueve músicos que lograron gustar con sus evoluciones y música a grandes, medianos y pequeños sin que pudieran evitar el no bailar al ritmo que marcaba esta música funky, soul y rhythm & blues.
El grupo está conformado por el guitarrista Gillem Plana; Enric Puigdesens, al bajo eléctrico; David Viñolas, en la batería; Albert Bartolomé y Pol Padrós, al saxo y trompeta respectivamente; Guillem Soler, teclados y voz rappera; y las hermanas Edna, Kathy y Yolanda Key en las voces y bailes. Su sonido es compacto y la puesta en escena muy efectista, como demostraron a lo largo de las dos horas que duró su concierto. La base de su visita a Jazz San Javier fue su reciente disco con temas propios “A Matter Of Funk” al que tan sólo añadieron dos piezas míticas: “Respect” y “Think”, además del medley del bis sobre James Brown y Stevie Wonder.


Las hermanas Sey, durante el concierto que ofrecieron en San Javier. Kathy, Edna y Yolanda, de izquierda a derecha.


El concierto se iniciaba con “No excuses”, segundo tema del disco, que posee una base rítmica de buen calibre para calentar los motores de las más de mil almas que se habían concentrado en la Plaza de España. Primeros aplausos y sin mediar palabra atacaron “Good Times”, porque los buenos momentos hay que saborearlos cuando se dan y Funkystep y las Hermanas Sey no estaban dispuestos a defraudar a nadie ni a perderse ni un solo instante de esa fiesta, en la que ellos y su música eran los protagonistas centrales. Los temas se enlazaban uno con otro, como si se tratara de aquel medio juguete de los años 60, el Cinexin, que "no tenía fin". Así que con los primeros compases de la nueva canción, Yolanda Sey anunciaba “Al Ritme de la Vida” para que el ritmo y la fiesta nocturna continuase entre el personal.


Guillem Plana marcaba el ritmo insistente con su guitarra.


Las hermanas Sey –tres catalanas de origen ghanés- comenzaron a cantar en 2006. Dos de ellas se han formado en el teatro musical (Kathy y Yolanda), mientras que Edna y Albert Bartolomé (quien también toca el piano) han cursado estudios musicales en Badalona y Barcelona. Edna fue la primera solista vocal de Funkystep a la que, posteriormente, se sumaron sus hermanas para dar más consistencia y vistosidad a sus directos y música. En 2016 grabaron este disco en el que basaron prácticamente todo su concierto, como así se confirmaba con “The Sey Sisters Song”; una pieza a la que estas tres hermanas imprimieron buenos coros y una coreografía que se pegaba al cuerpo de manera inevitable.


El saxofonista y pianista, Albert Bartolomé.


Sus trajes siempre están diseñados basándose en los de las grandes divas africanas, con unos coloridos muy vivos como se puede apreciar en las fotos de Goio Villanueva. Y siempre de manera continuada, la música no cesó en ningún momento del concierto. Entre algunos temas y el siguiente, apenas unas palabras para que aquello no fuera un monólogo musical del que nadie quería escapar. Así que sonaron más números de su disco como “Funkystep”, una versión muy singular del famoso “Think” de Aretha Franklin, para regresar al disco y dejar sonar “You’re All I Need Tonight”, Perfect Time” o “Money Maker”, que iban levantando de sus sillas a muchos de los presentes para salir a bailar a los escasos espacios libres que quedaban.


El trompetista Pol Padrós.


Verdaderamente, la fama que precedía a esta formación no era en vano. Saben cómo llenar un recinto, ofrecer música con tirón para el que escucha y hacerle bailar hasta agotarse. Y todo ello mezclando temas funky con los del soul y algunas estelas de góspel como dejaron patente en las piezas “Marxo Peu”, “Compassion Is Gone”, “Why Am I Teatred So Bad?” o un homenaje a una de las voces más importantes que tuvo en los 60 el soul: Otis Redding y su “Respect”, que también encumbró Aretha Franklin.


La base rítmica a cargo del bajista Enric Puigdesens.
El batería David Viñolas quien a pesar de su invidencia se comportó como un metrónomo.


El público, insisto en que había de todas las edades, disfrutaba y de qué manera con estos músicos que sabían darles el antídoto perfecto para no caer en el aburrimiento ni el desánimo ante el agobiante calor húmedo que soportábamos esa noche. Sonaron las doce campanadas de la media noche en el reloj de la torre parroquial de la plaza y el batería David Viñolas (a pesar de ser invidente, no falló ni una sola vez) atacó los primeros compases de “Dance My Baby Dance” y Edna Sey lanzó desde su garganta las primeras estrofas de otra creación nítidamente funky, para acabar el concierto con “Matter Of Funk”, que dejaba al personal frenéticamente pidiendo más y más.


Gillem Soler era el teclista del grupo que incluso salió a rapear en una de las canciones.


Estos chicos no se hacen de rogar, porque a ellos también les va la marcha así que sin bajarse del escenario atacaron un potpurrí de temas muy conocidos del legendario creador de esta especialidad, James Brown, que fueron mezclando con otros temas populares de Stevie Wonder. Fue un final de fiesta apoteósico y digno de una noche de verano en la plaza del pueblo, a ritmo de funky, soul y un poquito de rhythm & blues. Habrá que recuperar rápido, porque en dos días tenemos otra jornada en la sede habitual, la sexta, con dos trallazos diferentes pero ambos con una potencia para la que hay que tener el cuerpo y la mente en forma. La primera parte estará a cargo del grupo catalán Pegasus que vienen con su invitada Mónica Green, en una actuación que promete, y mucho, un buen proyecto en cuanto a ser la primera vez que esta formación instrumental acompañará a una cantante. Después, el decorado cambiará absolutamente para convertir el escenario del Parque Almansa en una casa rural del Sur norteamericano, en la que el blues más genuino nos abordará por todos los lados sin remedio. Los encargados de hacerlo serán dos iconos del género: Taj Mahal y Keb’ Mo’. La noche puede resultar demoledora, en lo positivo, para todos los que nos demos cita allí. Les voy contando, si mi cuerpo aguanta para ello.


Las fotografías son obra de Goio Villanueva. Si pinchas en el nombre puedes visitar su web y blogs.


Funkystep & The Sey Sisters al completo, en su paso por Jazz San Javier.

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